Situada en el corazón del centro comercial de Santos, la Bolsa Oficial de Café ni siempre ocupó el edificio que la tornó famosa.
Creada por un decreto federal, la Bolsa empezó a funcionar en 1917, como un pequeño departamento, en un edificio situado en la Calle XV de Novembro con la Calle do Comércio.
Se puede percibir por las fotos que el edificio no ostentaba el lujo y la grandiosidad de la construcción que conocemos hoy, inaugurado en 1922. Sus salas eran bastantes funcionales y poco diferían del ambiente interno de una oficina de una comisaría o exportadora de la época.
Las funciones de la Bolsa ya estaban siendo desempeñadas en el espacio donde estaba asignada, lo que necesitaba era apenas una sede propia para su funcionamiento. Pero, entonces, ¿Por qué tanta opulencia en el proyecto del edificio?
Dos suposiciones son viables para entender el contexto histórico de la edificación del Palacio de la Bolsa de Café, que de alguna forma se completan. Una de las hipótesis es que había algún tiempo la elite cafetalera paulista intentaba firmarse como constructora de la nación con otras provincias, como Rio de Janeiro, Minas Gerais y Bahia. Mientras, São Paulo era una provincia de riqueza reciente. Fue desde la segunda mitad del siglo XIX, cuando el café empezó a ser producido en las regiones de Campinas e Itu, que se inició la formación de una burguesía con deseos para con su historia. Para eso, se construyó la figura del Bandeirante como héroe, legitimando la participación de los paulistas en la constitución y consolidación del territorio nacional.